Arrancó el US Open of Surfing 2025, a 40 años del mítico Ocean Pacific Pro que cambió la historia

La meca del surf mediático vuelve a rugir. Huntington Beach, California, ya vibra con una nueva edición del US Open of Surfing, ese evento que no necesita ser del CT para ser uno de los más visto del planeta. Año tras año, esta parada se transforma en un carnaval de olas, cultura pop, espectáculo y miles de personas copando la arena californiana.

Por quinto año consecutivo, el US Open forma parte del Challenger Series, lo que significa que además del show, hay mucho en juego: nada menos que 10.000 puntos para los ganadores —tanto en la rama masculina como femenina— y una valiosa oportunidad de meterse en el Championship Tour 2026.

Con 80 hombres y 48 mujeres en competencia, este es uno de los campeonatos más exigentes del circuito: solo están los mejores clasificados de cada región del mundo. Desde talentos emergentes que sueñan con dar el salto al Tour, hasta nombres consagrados que buscan revalidar su lugar en la élite.

Huntington ya está en marcha. Las tribunas, llenas. Las cámaras, encendidas. El surf, al máximo. Y mientras todo eso sucede en 2025, es imposible no mirar hacia atrás, hacia esa primera gran explosión de surfing, música y espectáculo que ocurrió hace ya cuatro décadas atrás.

CUANDO EL SURF SE HIZO ESPECTÁCULO: 40 AÑOS DEL OP PRO 1984

Poco más de cuatro décadas atrás, el surf profesional vivía uno de sus primeros grandes giros. Era 1984 y el Ocean Pacific Pro irrumpía en Huntington Beach como mucho más que un campeonato: era un show a gran escala. Olas, tablas, música, moda y cultura pop mezclados en una puesta en escena sin precedentes que marcaría un antes y un después.

La competencia, precursora del actual US Open of Surfing, poseía algunos rasgos que hoy siguen intactos. Pero en otros, no se le parece en nada.

Con 70.000 dólares en premios en metálico y regalos, el Op Pro fue por entonces el segundo evento con mayores recompensas del circuito mundial. Clasificado como ASP A-rated, tenía impacto directo en el ranking global, lo que aseguraba la presencia de los mejores surfistas del planeta. Pero lo que lo volvió inolvidable fue su concepto: no era solo una competencia de surfing. Era un festival en la playa.

Las marcas de ropa, encabezadas por Ocean Pacific, armaron stands y desfiles que rodeaban la competencia con un enfoque comercial claro. Hubo shows, DJs, moda y un clima de verano eterno que atraía multitudes. La playa, con más de 100.000 personas, se convirtió en un anfiteatro donde todo pasaba: surfing, música y también controversia.

Una de las postales más recordadas del evento fue el concurso de bikinis, que reunió a casi 300 chicas en una pasarela sobre la arena, con música y animadores. En ese entonces, fue promocionado como parte del espíritu festivo. Hoy, sin embargo, sería ampliamente cuestionado por su carácter sexista. Aun así, forma parte de la historia de ese primer gran experimento del surf como entretenimiento de masas.

En el agua, la gran figura fue Tom Curren, que con apenas 20 años deslumbró con su surfing depurado y su lectura perfecta del mar. En la final, venció al australiano Cheyne Horan, que competía con su tabla Wing Keel single. Curren fue el protagonista absoluto con una actuación memorable en el evento: firmó una ola perfecta de 10.0 y cinco de 9.5. Fue la consagración del joven californiano como nueva esperanza del surf estadounidense ante el dominio australiano (fue campeón mundial en 1985, 1986 y 1990).

En la categoría femenina, el Op Pro también marcó un quiebre. La surfista de Florida Frieda Zamba sorprendió al imponerse ante Kim Mearig en la final. Con ese título comenzaba una carrera legendaria, que la llevaría a conquistar cuatro títulos mundiales (1984, 1985, 1986 y 1988). Su estilo agresivo y moderno rompió con los estereotipos del surf femenino y demostró que las mujeres podían surfear con la misma potencia y decisión que los hombres.

El Op Pro 1984 no fue solo un campeonato. Fue una postal perfecta de los años 80: surf, cultura pop, marcas, cuerpos, espectáculo y masividad. A 40 años de aquella edición fundacional, sigue siendo un punto de inflexión. Un antes y un después en la historia del surf como producto, como industria y como cultura.

Hoy, con Huntington Beach otra vez encendida, ese espíritu de show, olas y cultura surfera sigue latiendo.

Fuente: WSL

Surf Martes 29/07/2025